LA PLATAFORMA*
por Chris Marker.
Esta es la historia de un hombre marcado por una imagen de su infancia. La violenta escena que le atormentaba y cuyo significado comprendería años más tarde ocurrió en la plataforma [del aeropuerto] de Orly, algunos años antes del comienzo de la Tercera Guerra Mundial.
Los domingos en Orly, los padres llevan a sus hijos a ver el despegue de los aviones. Ese domingo en particular el niño cuya historia vamos a contar estaba destinado a recordar la visión de un sol congelado, el paisaje del fondo de la plataforma y el rostro de una mujer.
Nada distingue los recuerdos de los momentos corrientes. No se descubren hasta más tarde, cuando muestran sus cicatrices. El rostro que había visto sería la única imagen de paz que sobreviviría la guerra ¿lo había visto realmente? ¿habría creado un momento de ternura para sobrellevar la locura que vendría después?
El súbito ruido, el gesto de la mujer, la caída de un cuerpo y el griterío de la gente en la plataforma, turbada por el miedo. Más tarde comprendió que había visto a un hombre morir. Y poco tiempo después llegó la destrucción de París.
Muchos murieron. Algunos se creyeron vencedores. Otros acabaron prisioneros. Los supervivientes se establecieron en una red de galerías bajo Chaillot. Sobre la superficie, París, como la mayor parte del mundo, era inhabitable, podrida por la radioactividad.
Los vencedores montaban guardia en un imperio de ratas. Los prisioneros eran sometidos a experimentos que parecían preocupar mucho a aquellos que los llevaban a cabo. El resultado fue una frustración para algunos -la muerte para otros- y para algunos más, la locura.
Un día vinieron a seleccionar un chanchito de la india de entre los prisioneros. Y fue el hombre cuya historia estamos relatando.
Tenía miedo. Había oído hablar del jefe de los experimentadores. Estaba preparado para un Científico Loco o un Dr. Frankenstein. Sin embargo, encontró a un hombre razonable que le contó tranquilamente que la raza humana estaba condenada, que el Espacio estaba fuera de los límites alcanzables, que el único vínculo posible con la supervivencia era el Tiempo. Por un agujero en el Tiempo, quizá a través de él, se podrían pasar víveres, medicamentos, fuentes de energía. Ese era el objetivo de los experimentos: enviar emisarios a través del Tiempo, apelar al pasado y al futuro para socorrer al presente.
Pero el espíritu humano obstaculizaba la idea. Despertarse en otro tiempo significaba volver a nacer adulto. El impacto sería demasiado fuerte. Tras haber enviado cuerpos sin vida o sin conciencia a distintas zonas del Tiempo, ahora los inventores se concentraban en sujetos dotados de imágenes mentales muy fuertes. Si fueran capaces de imaginar y soñar otros tiempos quizá podrían de habitarlos.
La policía del campo espiaba incluso los sueños. Este hombre fue escogido entre mil debido a su fijación por una imagen del pasado. Por eso, lo primero que hizo fue remover el presente y sus estructuras.
Comenzaron de nuevo. Nuestro hombre no muere, no delira. Sólo sufre. Prosiguen.
El décimo día empiezan a manar las imágenes, como revelaciones. Una mañana en tiempo de paz. Una habitación en tiempo de paz, una habitación de verdad. Niños de verdad. Pájaros de verdad. Gatos de verdad. Tumbas de verdad.
El decimosexto día, se encuentra en la plataforma de Orly. Vacía.
A veces, recaptura un día de felicidad pero diferente; un rostro de felicidad pero diferente. Ruinas. Una chica que podría ser la que busca. Se cruzan en la plaforma. Desde un coche, le sonríe. Otras imágenes aparecen, se mezclan, ese museo que podría ser el de su memoria.
El trigésimo día acontece el encuentro. Esta vez está seguro de que es ella. De hecho, es la única cosa de la que está seguro en este mundo sin fecha que le conmociona por su esplendor. A su alrededor hay materiales fabulosos: vidrio, plástico y tejidos esponjosos. Cuando sale de su fascinación la mujer ha desaparecido.
Los experimentadores tensan el control. Lo ponen otra vez sobre carriles. El tiempo retrocede, la escena ocurre de nuevo. Esta vez, él está a su lado, habla con ella. Ella responde sin inmutarse. No tienen recuerdos ni planes. El tiempo se construye a su alrededor sin dolor. Sus únicas referencias son el sabor del momento y los signos en las paredes.
Más tarde están en un jardín. Se acuerda de que existían jardines.
Ella le pregunta por su collar de combatiente que llevaba al iniciar esta guerra que está todavía por venir. Él se inventa una explicación.
Caminan. Se paran ante un tronco de una secuoya cubierto de fechas históricas. Ella pronuncia un nombre en inglés que él no entiende. Como en un sueño, él señala un punto más allá del árbol y oye él mismo decir "Vengo de allí... " Y cae, exhausto. Luego otra ola de Tiempo le levanta. El resultado de otra inyección, tal vez.
Ahora, ella duerme al sol. Él se da cuenta de que, en este mundo en el que acaba de aterrizar para ser devuelto a ella por unos instantes, ella está muerta. Ella se despierta. Él vuelve a hablarle. De una verdad demasiado fantástica para ser creída él conserva lo esencial: un país lejano, una larga distancia que recorrer. Ella le escucha, sin burlarse.
¿Es el mismo día? Él no lo sabe. Continuarán así, en infinidad de paseos en los que una confianza callada, en estado puro, nacerá entre ellos, sin memorias ni planes... hasta que él sentirá, ante ellos, una barrera.
Y así termina el primer experimento.
Fue el inicio de una serie de pruebas en las que él se la encontrará en distintas situaciones. A veces él la encuentra frente a sus propios signos. Ella simplemente le recibe. Le llama su Espectro.
Un día, ella parece tener miedo. Un día, ella se inclina sobre él. Él, en cambio, nunca sabe si es conducido hacia ella, si se lo inventa o sueña.
Hacia el quincuagésimo día, se encuentran en un museo lleno de animales eternos. Ahora el objetivo está perfectamente ajustado. Transportado al instante correcto, él puede permanecer ahí y moverse sin esfuerzo.
Ella también parece dominada. Acepta, como si de un fenómeno natural se tratara a este visitante que aparece y desaparece, que existe, habla se ríe con ella, se calla, la escucha y desaparece.
Nuevamente en la sala de experimentos, notó que algo había cambiado. El jefe del campo estaba ahí. Por lo que se comentaba, dedujo que ante el éxito de los experimentos sobre el pasado ahora esperaban embarcarlo hacia el futuro. Su excitación le hizo olvidar que ese encuentro en el museo había sido el último.
El futuro estaba mejor protegido que el pasado. Después de agotadoras pruebas, entró en contacto con el mundo por venir. Atravesó un planeta transformado, un París reconstruido, diez mil avenidas incomprensibles. Le esperaban otros hombres. El encuentro fue breve. Obviamente, rechazaban esa escoria de otros tiempos.
Él pronunció su discurso: puesto que la humanidad había sobrevivido, él no podía negarle a su propio pasado los medios de supervivencia. Este sofisma fue aceptado como un disfraz del Destino. Le dieron una central de energía suficiente fuerte como para volver a poner en marcha toda la industria humana, y nuevamente las puertas del futuro se volvieron a cerrar.
Poco después de su regreso fue trasladado a otra parte del campo. Sabía que sus carceleros no se lo permitirían. Había sido un instrumento en sus manos, la imagen de su infancia un cebo para condicionarlo, había estado a la altura de sus expectativas y cumplido su papel. Ahora sólo esperaba ser liquidado con el recuerdo de un instante vivido dos veces en algún lugar dentro de sí.
Y muy en el fondo de ese limbo recibió el mensaje de la gente de aquel mundo por vernir. Ellos también viajaban a través del Tiempo y más fácilmente. Ahora estaban ahí, listos para aceptarlo como uno de los suyos. Pero él tenía una propuesta distinta: antes que ese pacífico futuro pidió que le devolvieran el mundo de su infancia y esa mujer que, tal vez, esperaba por él.
Una vez más, la plataforma de Orly en medio de esa calurosa tarde de domingo en la preguerra en la que no había podido permanecer, pensó con un poco de vértigo que el niño que había sido también debía de estar allí, mirando los aviones.
Pero primero buscó el rostro de la mujer al final de la plataforma. Corrió hacia ella. Y cuando reconoció al hombre que le había seguido desde las galerías entendió que no se podía huir del Tiempo, y que ese instante que le habían concedido para mirar como un niño, que nunca dejó de obsesionarlo, era el de su propia muerte.
ANÁLISIS
responder abajo de esta columna, y firmar.
LO DENOTADO
1. ¿Quiénes son los personajes de la historia? Organizar en principales, secundarios y de otras características.
2. Organizar la información que nos provee la narración en forma de lista/s.
LO CONNOTADO
1. ¿Qué significado encontrás en los siguientes motivos: caras, museos, viajes, sueños, animales? ¿Hay más motivos? ¿Qué significan?
2. ¿Cuáles son las imágenes más importantes en la narración? ¿Aparecen sólo una vez, o son recurrentes? ¿Qué entiende por imagen?
NO HACE FALTA RESPONDER LO SIGUIENTE ANTES DE LA CLASE
Buenas y santas.
En nuestra última etapa del curso espero podamos avanzar sobre dos aspectos:
- concretar un sólida historia no-lineal, realmente funcional.
- ayudarlos a finalizar sus historias lineales/no-lineales ya planteadas como evaluación del primer cuatrimestre en un formato también funcional desde lo tecnológico.
Propongo comenzar por una reelaboración literaria en grupo, y avanzar en una resolución multimedia en tanto nuestro decreciente equipamiento nos permita la enseñanza de esos recursos.
Antes de leer las columnas siguientes, estaría muy bien si escribieras unas líneas respondiendo a las preguntas siguientes:
(Mejor si contestan abajo, firmando)
1. ¿Qué es Tiempo? ¿Cuáles son sus propiedades? (Puede compararse con Espacio).
2. ¿Cuál es tu recuerdo personal más "poderoso"? ¿Por qué es tan importante eso que recuerda tan poderosamente? ¿Volvería a ese momento, si puediera viajar en el tiempo?
TRABAJO
En las próximas clases, dependiendo del equipamiento que tengamos disponible, propongo una reelaboración de una historia lineal con una problemática especial respecto del destino o sentido de una cierta historia. Como primer paso, sugiero reelaborar la historia en formato no lineal. Luego de nuestra primera clase (de 2º cuatrimestre), responda con el trabajo que crea conveiente según lo hablado.
1. Genere esquemas que le permitan visualizar la mecánica de esa no linealidad ¿Hay un sólo esquema posible?
2. ¿Cómo utilizaría (a) los datos informativos y (b) las imágenes? ¿Qué poder tiene cada uno de estos tipo de datos sobre el trabajo en general?
3. ¿Cree que puede o debería implicar la circularidad temporal en su reestructuración? Si la aprovecha, diga por qué; si la deja de lado, diga qué otra cosa toma como referente.
3. ¿Qué nuevo significado aportaría a la obra su versión no lineal?
OPCIONES
Para la reelaboración de la historia Ud. puede:
Alterar el argumento.
Suprimir o agregar datos, personajes, situaciones, etc.
Hacer cambios, p.e., estilo (el texto presentado no es una traducción autorizada).
Mantener o quitar sentido a la historia...
A propósito ¿Cree que es una historia con seniido? ¿Cómo puede afirmalo? ¿Qué es el sentido?
1- ¿Tiempo de qué? a veces hay tiempo de sobra y otras veces que falta. Recuerdo un cuento muy bello, llamado Momo, de M. Ende -el mismo de la Historia interminable-, en el que se describía al tiempo como procedente de un gran palacio cristalino, en donde una flor, o mas bien las flores horarias surgían de un estanque, llegaban al cenit de su esplendor, para luego comenzar a marchitarse hasta morir por completo, para que al siguiente momento vuelva a surgir una nueva flor. El guardian de ese espacio se llamaba el maestro Don Segundo Minucio Hora, quien se alía con Casiopea la tortuga y Momo, para devolverles el tiempo a los hombres, engañados por los Hombres Grises. Los hombres grises le habían propuesto a la gente una cuenta de ahorro de Tiempo, pero en cambio las personas, luego de confiar en ellos, empezaron a tener menos tiempo, los antiguos pueblos se transformaron en ciudades, los niños que jugaban libres en la calle se los confinó en escuelas cerradas y los quehaceres otrora manuales y artesanales, se hacían más rápido con los nuevos electrodomésticos.
Creo que es dificil precisar exactamente qué es el tiempo, a pesar de que lo apresemos en máquinas cada vez más precisas. Todos vemos salir y ocultarse a los astros, sentimos la circularidad de los ciclos, pero el reloj es un artificio como tantos otros que intentan pautar y volver previsible lo que de por sí es subjetivo: las sensaciones internas del fluir del tiempo. Y a propósito del tiempo, respondo la siguiente pregunta con un evento que se relaciona con las percepciones del tiempo.
2- Uf, esta pregunta es muy interesante, sobre todo porque se llegan a superponer recuerdos y sensaciones. Creo que mi experiencia más poderosa fue hace bastante, en el sur, cuando me pusieron el seudónimo Swami. Estaba de viaje de mochilero con un grupo que no nos conocíamos. Estábamos caminando el volcán Lanín, ya habíamos llegado hasta la base más alta que podíamos llegar sin equipo, por lo que estábamos pronto a pegar la vuelta. Por esos años estaba saliendo de una relación de pareja muy enfermiza, estaba descubriendo los poderes de experimentar con estados no-ordinarios de conciencia provocados por el cannabis y por la meditación en movimiento mediante el Tai Chi Chuan. De manera que allí arriba encendí una pipa con flores y me dispuse a entregarme a toda esas vibraciones corporales. El paisaje era sublime, desde las alturas podía percibir la geografía de un terreno surcado por desniveles marrones y blancos y por un cielo diáfano de un azul celeste límpido. Estaba en un estado extático, bajando por la ladera del volcán en un estado prístino. Mis pies daban saltos de piedra en piedra como si fuera una liebre, ya que no los separaba, pero de a poco la próxima piedra estaba más lejos por lo que tuve que separarlos al fín. Todo se hizo vertiginoso, y en un momento mi zancada ya no apoyó en ninguna piedra, sentí claramente en ese instante como mi centro de equilibrio, ubicado en el Tan´tien , que está tres dedos por debajo el ombligo y siete hacia adentro, se desplazó por fuera de mí. Y lo que siguió a continuación es otra prueba de la subjetividad de la noción de tiempo. Mientras mi cuerpo caía como un muñeco blando por ese terreno pedregoso, tuve tres pensamientos concatenados que me es imposible definir en qué tiempo se desarrollaron. Pensamiento número uno: "me voy a matar"; pensamiento número dos: "en cualquier momento me rompo algo"; pensamiento número tres: "no, voy a parar". Acto seguido, no me pregunten cómo, mis piernas, que venían volando por detrás de mi cabeza hacia adelante en una especie de mortal, se "clavaron" en el suelo. Pero lo más poderoso pasó después. En un estado indescriptible, silencioso, luminoso y oscuro a la vez, una voz resonó claramente en mi interior, "ESTOY CON VOS". Todavía aturdido miré alrededor, un grupo numeroso de personas allá abajo a mi derecha estaba petrificada mirándome, quien sabe desde cuando, viendo un flaco cayendo por una pendiente empinada. Me senté, comenzando a sentir lentamente los dolores de mis piernas, brazos y espalda. Luego vinieron tras de mí dos compañeros que me ayudaron a recomponerme y terminar de bajar con sus hombros lo que quedaba de trayecto hasta la combi apostada en la base. Recuerdo la mirada incrédula de esas personas que miraron todo ese suceso, como no pudiendo creer que estuviera entero, sin fracturas ni grandes cortes. Todavía tengo la foto que tomé desde abajo a ese desparramo de tierra, en donde se dibuja ese camino inventado por nosotros. Realmente no quisiera vivir nuevamente esa experiencia, más que en el recuerdo vívido de ella. Pero también estoy agradecido de poder contarlo y no arrepentirme de eso, ya que fue una de las experiencias más poderosas de mi vida, supongo que por la cercanía tan concreta de la muerte, por esa voz que llenó todo en ese momento fuera del tiempo, y por la plenitud de mis sentidos, la voluntad e inteligencia superior de mi cuerpo en ese momento crucial.
Agujero Negro
Pues, si subiste desde el Paimún, sé por dónde te caíste, hahaha... donde se caen todos (chiste). Interesante en el Lanín el contraste entre una subida típicamente dura y una bajada fuera de todo control de velocidad, a zancadas enooooormes, como una especie de ski a pié. Luego uno entra en la zona de bosque y debe frenar o elegir objetivo: cohiues o colihues. Aún sin comprobar la mezcla de cannabis y el tai chi, te creo. :)
Buenísimo. Comentamos en clase.
M.
lectura pròxima clase
Hola Soy Gaby estuve buscando información sobre el sensor de ultrasonido y esta información me pareció interesante, se las comparto.
http://es.wikipedia.org/wiki/Sensor_ultrasonico
http://www.alcabot.com/alcabot/seminario2006/Trabajos/DiegoPerezDeDiego.pdf
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